Estaba agazapado detrás de unos
malditos arbustos en una noche oscura y brumosa de invierno, pasando el frío de
mil millones de demonios. Preso de un furioso ataque de celos, había seguido
a mi esposa cuando dijo que iba a cenar con sus amigas a un restaurante del
centro. Pero, o su automóvil se equivocó, o me había sometido a un burdo engaño.
No pasó por el centro de la ciudad ni se dirigió a ningún restaurante. Había
entrado en un edificio que parecía el club social de una lujosa urbanización en
las afueras. Cuando mis pupilas se acostumbraron a la tenebrosa negrura, pude
descifrar a través de la niebla las
letras que adornaban el rótulo instalado en la puerta del local: “Institución
Psiquiátrica Valle del Oro”. En ese mismo instante, mi mujer salió corriendo junto
a dos gorilas vestidos de blanco. “Es aquél, el del pijama que se esconde tras los matorrales”, le oí gritar. Después de eso, solo recuerdo a los primates asiéndome fuertemente y un pinchazo en mi
brazo.
Puedes escuchar la narración de este microrrelato en la revista digital La Esfera Cultural:
http://www.ivoox.com/gorilas-niebla-rafael-sastre-carpena-audios-mp3_rf_2181805_1.html
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