viernes, 6 de febrero de 2015

Renato y el miedo




Renato no era mal tipo. Lo reclutamos cuando era casi un chiquillo. Cumplía bien sus cometidos cobrando a los clientes la pasta exigida por nuestra “protección”, incendiando locales de los morosos, liquidando sin dejar ningún rastro a esos mentecatos que en un rapto de soberana imprudencia se atrevían a amenazarnos. Pero un buen día sobrepasó la línea roja. Empezó a plantar cara al signore Gaetano, tuvo una trifulca con su consigliere y finalmente decidió, sin encomendarse ni a Dios ni al Diablo, establecerse por su cuenta. Nos vimos obligados a darle boleta. Nunca debió probar aquellas píldoras contra el miedo.


1 comentario: