martes, 23 de junio de 2015

Encuentro en La Cuarta Fase



Voy a ser sincero:
entré en aquel bar de pijos
que se llamaba La Cuarta Fase
por una razón muy sencilla
Me estaba meando encima
necesitaba orinar y rápido
Por eso pedí un café
y corrí a aliviarme al baño
Cuando regresé
solo había un sitio libre
así es que pagué la consumición
y me instalé allí
En la mesa de al lado otro cliente
uno con pinta de enteradillo
con el pelo engominado
un piluco de tres kilos de peso
gafas de sol de marca
y traje gris marengo
parloteaba por su iphone
como un perfecto imbécil
Que si el índice Nikkei
que si el PIB de Rusia
que si una OPA del Desdner Bank
que si el LIBOR de los cojones
Total gilipolleces de esas
gracias a las cuales
unos pocos incrementan sus riquezas
y la mayoría nos hundimos más en la miseria
Cuando estaba diciendo algo
acerca de comprar un millón de acciones
de no sé qué sociedad luxemburguesa
al tío se le muere el teléfono
debía estar hasta los cátodos
de aquel impresentable
El tío se gira y me pregunta
si llevo una batería externa
Como le contesto que no
hace un respingo
propone comprarme el móvil
Si tiene suficiente energía
te doy mil euros tío
pago al contado
me dice en plan arrogante
Es una oferta tentadora
pero ese individuo me cae mal
rematadamente mal
muchísimo más que mal
Le abriría el cráneo gratis
antes que prestarle un kleenex usado
Así es que me pongo serio
en plan interesante
y le digo que no
que lo siento pero no
que estoy esperando una llamada
muy importante de las Bahamas
(que no sé dónde carajo están)
Una llamada trascendental
para el futuro le digo
de la humanidad en este planeta
Porque y ahora le ruego que sea discreto
la hora de la invasión extraterrestre ha llegado

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