miércoles, 30 de marzo de 2016

El colega del espejo



Tengo un colega
que se parece
bastante a mí
y vive en mi casa
dentro de un espejo
Permacece allí
todo el tiempo
en silencio
en stand-by
y gravedad cero
rumiando tal vez
el discurso definitivo
que contribuya
a su liberación
Solo se manifiesta
cuando me pongo enfrente
Entonces descarga sobre mí
soflamas envenenadas
de verdad de justicia
de indignación
Es un maldito bocazas
que tiene más razón
más conocimiento
y por supuesto
más agallas
que su reflejo real
esa especie
de títere sin cabeza
en el que a algunos
nos convierte
este corrupto sistema
Lo admiro a rabiar
y me gustaría
parecerme a él
seguir su ejemplo
pero es mi antítesis
y sé que si saco de ahí
a ese revolucionario
con las ideas claras
instalaré en su lugar
a un cobarde
a un ignorante
a un indeciso
Y lo cierto
para qué negarlo
es que no soportaría
que ese otro yo
me transmitiera
a cada momento
su miedo y frustración
Por eso prefiero
quedarme fuera
mantenerle a raya
decirle que sí a todo
incluso disfrazarme
en ocasiones de él
para componer
desde el remordimiento
unos torpes poemas
aparentemente subversivos



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