sábado, 16 de abril de 2016

Ultima voluntad




Lo recuerdo con claridad. Comencé a arder el lunes a las ocho menos cuarto de la tarde mientras aguardaba en la sala de espera de Madame Foucault, la pitonisa. La espontánea combustión se inició en la cabeza, concretamente en el cogote, donde aún conservaba algunas hebras de pelo. Ustedes pensarán que cualquiera en mi lugar habría saltado de la silla y sofocado con diligencia y pocas dificultades aquel pequeño incendio. Pero lo cierto, y confío en que me crean, es que la abrasadora sensación me resultaba placentera en grado sumo. Así es que decidí dejarme quemar por completo.

Hoy es viernes, son las cuatro y veinte. Si no ocurre un imprevisto, calculo que para el domingo solo seré cenizas. Que alguien le diga a mis hijos que ni se les ocurra lanzarlas al mar, bastante porquería soporta ya el pobre.


miércoles, 30 de marzo de 2016

El colega del espejo



Tengo un colega
que se parece
bastante a mí
y vive en mi casa
dentro de un espejo
Permacece allí
todo el tiempo
en silencio
en stand-by
y gravedad cero
rumiando tal vez
el discurso definitivo
que contribuya
a su liberación
Solo se manifiesta
cuando me pongo enfrente
Entonces descarga sobre mí
soflamas envenenadas
de verdad de justicia
de indignación
Es un maldito bocazas
que tiene más razón
más conocimiento
y por supuesto
más agallas
que su reflejo real
esa especie
de títere sin cabeza
en el que a algunos
nos convierte
este corrupto sistema
Lo admiro a rabiar
y me gustaría
parecerme a él
seguir su ejemplo
pero es mi antítesis
y sé que si saco de ahí
a ese revolucionario
con las ideas claras
instalaré en su lugar
a un cobarde
a un ignorante
a un indeciso
Y lo cierto
para qué negarlo
es que no soportaría
que ese otro yo
me transmitiera
a cada momento
su miedo y frustración
Por eso prefiero
quedarme fuera
mantenerle a raya
decirle que sí a todo
incluso disfrazarme
en ocasiones de él
para componer
desde el remordimiento
unos torpes poemas
aparentemente subversivos



sábado, 12 de marzo de 2016

El viaje




Condujo silencioso durante todo el viaje. Me desperté cuando se detuvo en medio de un extraño páramo. Abrió y con una voz desagradable, muy distinta a la que utilizaba cuando me conoció, ordenó que bajase. Pero no me importó; mientras obedecía le dediqué, como siempre, mi mejor semblante. A continuación subió de nuevo al coche y sin decir una palabra arrancó, dejándome allí, ladrando desconsoladamente.

sábado, 5 de marzo de 2016

Espíritu de equipo




Eso me larga el jefe
como desagradable colofón
de un discurso infumable
Lo que ocurre es
que te falta
espíritu de equipo
Repite la frasecita
primero taciturno
luego serio
después amenazante
Mi silencio
y mi cara de palo
con el ceño fruncido
y los ojos entreabiertos
no ayudan precisamente
a distender la escena
Al cabo respondo
casi masticando
con preguntas
¿Equipo? ¿Qué equipo?
El tío muda
de ocre a colorado
La sangre de su pequeño cuerpo
viaja hasta su cabeza
a través de esa vena
hinchada del cuello
Ahora el que calla es él
y su ojo izquierdo
solo ese ojo
empieza a parpadear
como un semáforo intermitente
Comienzan a temblar
los papeles que sostiene
en sus manos
Creo que las orejas
le han crecido
y el nudo de su corbata gris
es comparable
al de la soga de un ahorcado
El tipo suelta los documentos
agacha las narices
y comienza a sollozar
Ese imbécil
al que si hubiera podido
hace un minuto
le habría cruzado la cara
parece indefenso
un animal malherido
Y joder
llamadme ñoño
pero a mí me gustan los animales
Por eso me levanto
y le acaricio el cogote
como le gusta a mi perro
mientras le susurro
Tranquilo
tranquilo
no pasa nada
un mal día
lo tiene cualquiera


Suspicacias




El doctor asegura que recuperaré la memoria; dice que mi amnesia es consecuencia de la conmoción cerebral que sufrí, y que debo permanecer ingresado hasta que localicen a algún familiar. Pero yo no creo haber sufrido un percance, porque ni manifiesto otras secuelas ni me duele nada. Además, resulta francamente sospechosa la actitud de la enfermera, que ayer, mientras inyectaba algo en el gotero y me enseñaba las bragas, prometió que aquí voy a hartarme de aprender cosas nuevas.